lunes, 25 de noviembre de 2013

El Camin Encantau

El camin encantado.
Fotografía Patricia García de Muro.


























Un viaje de leyenda por la mitología asturiana, cuentos y leyendas que llegan hasta nuestros días. 
Fotografía. Patricia García de Muro
 
Cuélebres, xanas, trasgos……….¿De verdad crees que no existen…?
Disfruta de un viaje a través del tiempo en los que la imaginación del hombre y su respeto por el medio ambiente van de la mano.

 
El Camín Encatáu”. Valle de Ardisana (Llanes). Impulsado por la Asociación La Ablanosa con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Llanes.


 
La ruta comienza en la localidad de La Venta. A partir de aquí y siguiendo las flechas indicadoras se llegará por caminos, pistas y en algún tramo por carretera local, a las localidades de Comezán, La Maletería, Palaciu, Ardisana y Ricaliente.

El recorrido comienza a la vera del río S. Miguel, de trazado llano, para pasar a subir la cuesta hasta Comezán, que después se suaviza en dirección a La Maletería para pasar a continuación a un recorrido llano y de ligero descenso, el cual se acentúa desde Ardisana a Ricaliente.




  El Pataricu que vigila con un sólo ojo.



 
El Nuberu, rey de las lluvias y las tormentas, el Cuélebre, custodio de tesoros y princesas, el Busgosu, guardian de los bosques y muchos personajes queridos nos ayudarán a descubrir una buena parte de historia más cercana y más querida del valle de Ardisana.


 
En Ricaliente, entre el conjunto de hórreos y junto a la figura de La Castañera, termina la ruta. A partir de aquí, la manera más fácil de volver a La Venta es por la carretera local LL-14 (aproximadamente 2 Km).










 
Llevaba tiempo con ganas de acercarme a conocer la ruta del Camín Encantau, un precioso paseo en el que disfrutaremos no solo de los diferentes pueblos que vamos a ir atravesando por el valle de Ardisana, sino de las diferentes tallas de madera que jalonan el recorrido. Hasta un total de 13 tallas representando diferentes seres de la mitología asturiana, como el nuberu, el diañu burlón, el pataricu o el busgosu.



 Fotografías: joseortega, Ana y Patricia García de Muro.
 

Azafrán Silvestre.


Crocus nudiflorus.


























 
El azafrán silvestre (Crocus nudiflorus), también llamado falso azafrán y azafrán borde, es pariente cercano del Azafrán (Crocus sativus), muy empleado en la cocina internacional y que llega a alcanzar precios desorbitados debido a su laboriosa recolección.
La planta silvestre, sin valor culinario alguno, tiene algo de toxicidad y ni el ganado suele comerla. 



El Haya

El haya.
























El haya .
Fagus sylvatica, haya común. Es un árbol caducifolio de la familia de las fagáceas de porte robusto y gran talla, que alcanza los 35 ó 40 m. con un tronco recto que lo hace muy valioso, y una copa ovalada en su tercio superior. Si el árbol crece aislado (no en espesura) cambia radicalmente, se abre muy pronto, siendo algo irregular, ramificándose desde abajo y variando mucho la copa. 
 
Conserva la corteza prácticamente lisa durante toda su vida, de un gris ceniciento o blanquecino. Los ramillos tienen un crecimiento singular en zig-zag. Las hojas son simples, alternas en los tallos jóvenes, en los adultos salen en fascículos sobre pequeños braquiblastos, y caedizas. 
Son de peciolo corto, y el limbo es de forma ovalada, con el borde ondulado, en principio algo festoneado y prolongándose en un vello sedoso muy característico. Tienen los nervios laterales bien marcados y paralelos (penninervia), son de un color verde muy vivo por el haz volviéndose más oscuras en la madurez, y se disponen siempre en posición muy horizontal, captando la mayor cantidad de luz posible. 
 
Ello hace que sus bosques tengan un aspecto un tanto sombrío, casi propio de cuento de hadas, no permitiendo crecer en el suelo a apenas ninguna otra planta. Frecuentemente, sin embargo, crece en bosques mixtos con el abeto y otras especies del bosque caducifolio. A los bosques de hayas se les llama hayedos o hayales. 
 El hayuco.

 
Los frutos, llamados hayucos, se utilizaron para alimentar a los cerdos. De ellos se extraía también un aceite destinado al consumo humano. En la actualidad los hayucos ya no se aprovechan, y son una golosina para los jabalíes.
El nombre del género Fagus viene del griego 'Phegos' que significa "comestible".